Mat 22:36-40 – Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la Ley?
Le dijo: – Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con todo tu ser, y con toda tu mente.
Éste es el primer y gran mandamiento,
Un saludo a todos los que quieren caminar en santidad. Hoy vamos a hablar acerca del mandamiento mas importante, aquel que debiera ser cada mañana, cuando nos levantamos, el centro de nuestra meditación y de nuestro esfuerzo.
Estos días atrás escuché una reflexión muy interesante acerca de este punto. En esta se hablaba de lo necesario y vital que es entregarnos completamente a Dios, en todas y cada una de las áreas de nuestras vidas. Porque a veces nosotros participamos de ciertas actividades que nos separan del Creador, ya que El no participa de aquellas, y eso es señal de que no estamos totalmente entregados.
He de decir por experiencia propia que cuando realizas alguna actividad diariamente que no está ligada con Dios precisamente, o mas bien se trata de algun entretenimiento, cuesta volver a conectar con El, por ejemplo, en oración. Y es porque seguramente lo que debería haber sido una mera recreación o descanso, se ha vuelto una actividad principal. Y la única razón de que nos cuesta volver a conectarnos es porque eso que hemos hecho que algo que en esencia tal vez no es malo, lo hemos colocado en lugar de Dios, y eso indudablemente, es un pecado. Luego se tiene que reconocer y confesar ante El para que volvamos a estar en paz con El.
Seguro que muchos de vosotros habréis experimentado algo similar cada día.
Si te paras a pensar, Hashem nos encomendó repetir y memorizar el shemá (contenido en Deuteronomio 6), que contiene este mandamiento. Luego evidentemente es algo que nos pide, y nos lo pide porque ha dispuesto en nosotros lo que necesitamos para llevarlo acabo:
Ecl 9:10 Todo cuanto halle hacer tu mano, hazlo con tus fuerzas, porque en el Seol, adonde vas, no hay obra ni propósito, ni conocimiento ni sabiduría.
¿Piensas que es imposible? ¿Que diremos de David y de estas palabras que dijo a todo Israel, delante de Dios?:
1Cr 29:2 Yo, con todas mis fuerzas, he provisto para la Casa de mi Dios, oro para las cosas de oro, plata para las cosas de plata, bronce para las de bronce, hierro para las de hierro, y madera para las de madera; y piedras de ónice, piedras preciosas, piedras negras, piedras de diversos colores, y toda clase de piedras preciosas, y piedras de mármol en abundancia.
¿De donde sacó David esas fuerzas ? Las recibió de Aquel que pone el querer y el hacer. No debemos hacer quedar a Dios como un mentiroso, como alguien que falta a sus promesas. Si hemos recibido mandamiento (es decir, una competencia), lo podemos llevar a cabo, con lo que Dios nos ha proveído. Y no estoy diciendo que va a ser perfecto humanamente, pero va a ser perfecto para Dios.
Sin embargo, a veces somos tan flojos, que esperamos de brazos cruzados recibir algo mas de poder de lo alto, como para hacer las cosas sin esforzarnos. Esto me recuerda, a estas palabras:
2Co 12:7-9 Por lo cual, para que no me enaltezca, me fue dado un aguijón en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, a fin de que no me enaltezca.
Por esto, tres veces rogué al Señor que se alejara de mí;
y me ha dicho: Bástate mi gracia, porque el poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que resida en mí el poder de Cristo.
No pidas mas de lo que necesitas, pues Hashem sabe muy bien que es lo que te hace falta para que le sirvas.
Deu 30:11-14 Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
No está en los cielos, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros a los cielos, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos?
Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, y nos lo traerá para que lo oigamos y lo cumplamos?
Sino que acercada a ti, mucho, ha sido la palabra, está en tu boca y en tu corazón, para que la hagas.
¿Y si me fallan las fuerzas? No te preocupes, El te sostendrá y te hará llegar a donde tu no puedas llegar, recuerda que El es el que te provee todas las cosas.
Jos 1:9 ¿No te lo estoy ordenando Yo? ¡Esfuérzate pues y sé valiente! No te intimides ni desmayes, porque YHVH tu Dios está contigo dondequiera que vayas.
Que Dios nos ayude y nos de la voluntad para esforzarnos hasta donde nos den nuestras fuerzas, sirviendole a El y a nuestro prójimo.