Perdón y sanidad (Una cita Talmúdica sorprendente)

Muy interesante y reveladora es una cita del Talmud de Babilonia, tratado Nedarim 41a , que dice así:

“R. Alexandri dijo en el nombre de R. Hiyya b. Abba:

Un enfermo no se recupera de su enfermedad hasta que todos sus pecados le sean perdonados, como está escrito: El que perdona todas tus iniquidades; Quien sana todas tus enfermedades – (Salmos 103:3).

R. Hamnuna dijo:

Entonces regresa a los días de su juventud, porque está escrito: Su carne será más fresca/tierna que la de un niño: volverá a los días de su juventud – (Job 33:25).”


Creo que todos conocemos el famoso relato del paralítico que fue bajado por el techo ya que no había otra forma de hacerle llegar al Mesías Yeshúa, debido a la multitud:

paralitico.jpg

Marcos 2:5-12 [Peshitta] – «Cuando Jesús vió la fe de ellos, dijo al paralítico: Tus pecados te son perdonados, hijo mío.» Pero allí se encontraban sentados algunos de los escribas y fariseos, quienes pensaban en su corazón: ¿Por qué este habla blasfemias? ¿Quién es capaz de perdonar pecados, sino solamente Dios? Pero Jesús, sabiendo en su espíritu que pensaban de esta manera para sí mismos, les dijo:  ¿Por qué están pensando estas cosas en su corazón? ¿Qué es más fácil? ¿Decir al paralítico: «Tus pecados quedan perdonados», o decirle: «Levántate, toma tu camilla y anda»? Pues para que sepan ustedes que el Hijo del Hombre tiene en la Tierra autoridad para perdonar los pecados (dijo al paralítico), a tí te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. Él se levantó de inmediato, tomó su camilla y salió a la vista de todos, de tal manera que todos estaban maravillados, y glorificaban a Dios, y decían: Nunca habíamos visto algo semejante»


De este modo vemos como Yeshúa no solo sancionaba esa interpretación como correcta, sino que, conociendo sus corazones, les mostró que aún en su propia halajá (ley judía), ellos deberían reconocer su autoridad. Cuesta creer que pese a que el mostraba todas estas evidencias ellos seguían en incredulidad.

Santiago 5:14-18 [RV1960] – «¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto»


Y todo esto es posible únicamente por la justicia de nuestro mesías Yeshúa, a través de él, si confesamos todos nuestros pecados, se nos da la promesa de sanidad de nuestras enfermedades.

Recomiendo además la lectura de Isaías 33:13-24.

Salmos 19:12 [RV1960] – «¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos»

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