En el anterior artículo de esta serie, dejamos varias preguntas sin responder. Vamos a tratar de hacerlo ahora.

La promesa del descendiente que aplastaría al Adversario y nos libraría de su yugo, fue repetida a Isaac y a Jacob. También el hecho de que se multiplicaría, y en el serían benditas todas las naciones de la tierra. Vamos a ver qué es Israel, y quienes forman parte de el, a la luz de la Torá y el evangelio.

A Jacob se le cambia proféticamente el nombre a Israel (Yisra’el), cuyo significado es objeto de discusión hoy en día, y no nos vamos a meter a ello:

(Gn 35:9-11)
Apareció otra vez Dios a Jacob, cuando había vuelto de Padan-aram, y le bendijo.
Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre Israel.
También le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación (Goy) y congregación de naciones (ukehal goyim) procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos.

Este pasaje es sumamente interesante, recordemos que »goyim» significa gentiles también. No entraremos a definir el concepto de qué es una congregación o Iglesia, que es lo que es sencillamente Israel, y está explicado detalladamente en este artículo del blog:

¿Qué es la Iglesia? ¿Quienes la conforman?

(Siguiendo la línea del artículo, entendemos que Israel es una congregación de pueblos, que salieron de Egipto, es decir, no solamente los descendientes biológicos de Jacob, sino que extranjeros de otros pueblos fueron injertados, como Caleb hijo de Jefone, que era cenezeo (Nm 32:12), y fue incorporado a la tribu de Judá, como si fuera un descendiente mas de Jacob. Mas tarde tenemos otros ejemplos como Rahab la que fue ramera, o Ruth la moabita. Y curiosamente de ellos, de su linaje, vino Yeshúa como vemos en las genealogías de Mateo 1 y Lucas 3.)

¿Pero todos ellos eran fieles al llamado?¿Eran propiamente hijos de Israel? Tenemos que definir quién es israelita. Dejemos que Shaúl (Pablo) nos de claridad en el asunto:

(Rm 9:6-9 [RV1960])
No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas,
ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia.
Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.
Porque la palabra de la promesa es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo.

Ahora entendemos algo muy importante: hijo de Israel es aquel que es hijo según la promesa de la simiente, de su multiplicación y replicación, como ya explicamos en el anterior artículo. No se es hijo por formar parte meramente de Israel de manera civil o política, como era entonces. Estamos hablando de una descendencia puramente espiritual. Alguien que ha sido cubierto por la justicia de Yeshúa, y que es un reflejo de el. Esto es muy importante que lo comprendamos.

(Jn 4:24 [RV1960])
Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

¿Por qué? Porque muchos eran rebeldes a la voz de Dios, dentro del pueblo, no se dejaron guiar por El, demostraron que en verdad no eran hijos de Israel, y fueron cortados y excomulgados. Aunque muchos no eran realmente hijos, y Dios sabía que serían obstinados y duros de cerviz hasta la muerte, El les dio oportunidad de formar parte de su Pueblo, de su Iglesia. 

Bien, antes de entrar en el tema de como se desarrolló la historia del pueblo, de la división de Israel en dos casas, de cómo iba a ser su restauración, etc, vamos a ver que más tiene que ver Israel con la semilla prometida, con el Mesías. Es fácil de intuir, porque sabemos que en algún momento, de la descendencia de Abraham, Isaac y Jacob iba a provenir esta semilla, por lo cual es lógico que nacería en Israel. Para ello debemos ir al libro de Éxodo.

(Ex 4:22 [RV1960])
Y dirás a Faraón: YHVH ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.

Al Mesías de Israel, también se le conoce como el Hijo de Dios. ¿Quien es el primogénito? Es el que tiene los derechos de la herencia del padre. Entonces tenemos:

1. La simiente es el Hijo de Dios, que vendría de la descendencia de Israel.

(Jn 1:47,49 [RV1960])
Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño.
Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.

Asi que un verdadero israelita, reconocerá que Yeshúa es el Hijo de Dios y el Rey de Israel… no con su boca solamente sino con sus hechos.

2. Como hemos leído anteriormente, Israel es también el hijo de Dios. 

Entonces, ¿Cómo entendemos esto? Dejemos que la escritura nos ayuda a cuadrar este puzzle.

(Rm 8:29 [RV1960])
Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Y este es el enlace con el artículo anterior:

El Olivo Natural (II) La semilla prometida

La conclusión es mas que obvia, si tanto Israel como Yeshúa son hijos de Dios, es porque son hermanos. Y un israelita es por así decirlo, una copia fidedigna de Yeshúa. Y ambos son primogénitos, en otra parte Pablo explica que los creyentes son coherederos con el Mesías:

(Rm 8:13-17 [RV1960])
porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abbá, Padre!
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

Pero, ¿todos los hermanos de Cristo son necesariamente hijos de Israel? Podríamos preguntarnos. La respuesta es que si tu reconoces que Yeshúa o Jesús es el Señor, y confías en la palabra de Dios, y te reconoces como un hijo del Altísimo, y todo lo que ello implica… La consecuencia inevitable es que eres un hijo de Israel. ¿Porqué? ¿Cómo se identifica a un hijo de Israel? Ya lo hemos explicado mas arriba, es un tema netamente espiritual. Uno de los puntos, es entender que ser hijo de Israel e hijo de Dios, son sinónimos:

(Os 1:10 [RV1960])
Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente.

Habla de los hijos dispersos, que fueron llevados al cautiverio, principalmente de las diez tribus del norte, entraremos mas a detalle en otro artículo posterior. Se les promete que serían restaurados y que no solamente serían reconocidos como hijos de Israel sino como hijos del Dios viviente. Existe un pasaje citado por el Mesías, que se refiere también a los hijos de Israel:

(Sal 82:6 [RV1960])
Yo dije: Vosotros sois dioses, Y todos vosotros hijos del Altísimo;

(Jn 10:34-36 [RV1960])
Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley/Torá: Yo dije, dioses (elohim, jueces) sois?
Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),
¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?

Muchos líderes judíos acusaban a Yeshúa de blasfemia, porque decía que era el Hijo de Dios sin embargo, en las escrituras también se les llama a los israelitas, hijos de Dios, entonces ¿Porqué decían que era una blasfemia?. Por eso nuestro Mesías les mostraba su incoherencia y su desconocimiento de las escrituras. Como vemos es indudable que ser hijo de Israel, implicaba también ser hijo de Dios. Veamos mas pasajes, aparte de los ya vistos donde la relación entre Dios e Israel se representa como si fuera la relación entre un Padre y un hijo:

(Dt 14:1 [RV1960])
Hijos sois de YHVH vuestro Dios; no os sajaréis, ni os raparéis a causa de muerto.

(Jer 31:9 [RV1960])
Irán con lloro, mas con misericordia los haré volver, y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy a Israel por padre, y Efraín es mi primogénito.

(Os 11:1 [RV1960])
Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.

Este último pasaje también es usado para hablar del Mesías, el paralelismo es impresionante. 

Bueno, espero haber sido lo bastante claro para que se entienda que:

1. Israel es la Iglesia/Congregación de Dios. La imagen de Dios restaurada en el ser humano… por medio de la simiente primigenia, el Mesías.

2. Está formada por los hijos de Dios, adoradores en espíritu y en verdad, lo que es equivalente a ser israelita.  

3. Israel no está formado por descendientes según la carne. Ni es una nación política cualquiera, como las del mundo.

(Jn 18:36 [RV1960])
Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.

Me gustaría para finalizar compartirles este hermoso pasaje de Apocalipsis:

(Ap 21:10-12 [RV1960])
Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,
teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.
Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;

La pregunta ya no debería ser, si soy un israelita o no, sino a cual de las doce tribus vamos a pertenecer. Porque solo ellos entrarán por las puertas de la ciudad.

¿Formas tu parte de Israel, querid@ herman@? Que tengas una buena semana, nos veremos en el próximo artículo de esta serie sobre el Olivo Natural, Israel.

Shalom.